Ya fué grave la manipulación que hizo TVE del himno español para que no sonara la pitada en el partido de ayer, además de una chapuza sin precedentes, pero no quiero que esto tape la verdadera vergüenza y ejemplo de irrespetuosidad y fascísmo que dieron las aficiones del Bilbao y el Barcelona.
A ver, muchos de vosotros conocéis mi simpatía por el Barcelona y mi antipatía por el Madrid, pero cosas como las que viví ayer con dos aficiones pitando el himno de su propio país, y más grave, de mi propio país, son las que me hacen plantearme dichas simpatías.
La verdad es que no son más que unos borregos, muchos, que están manipulados por unos grupos políticos que alardean de antifascístas y luego son los más fascístas expluyentes e insolidarios del mundo, además de estar también manipulados por unos presidentes más preocupados por la política que por la dirección de sus clubes.
La política y el deporte tendrían que estar siempre separados. Esto es un juego señores, no es un parlamento. Además, puestos ha hacer política no deberímos faltar al respeto a 40 millones de personas porque no estemos de acuerdo con ellas.
Si no te gusta el himno cierra tu puta boca!!, muestra un poco del respeto que exíges para tí, porque yo no he estado pitando himnos catalanes ni vascos, entre otras cosas, por su escasa trascendencia a nivel internacional pues al fin y al cabo, les guste o no, no son países.
Y si no se sienten españoles, pues señores, cojan las maletas y a buscar mejor suerte en otra parte, pués ambos territorios han pertenecido históricamente siempre a reinos ligados a España y con ellos habrá que vivir, junto con esta mejor o peor Constitución, pues a mí me impusieron ser andaluz, aunque no me sienta como tal, y no me quejo por ello, ni siquiera de no haber podido votar que no a un Estatuto que fué el principio del expolio de mi provincia (aunque eso es harina de otro costal y no voy a redundar más en ello, pués también conocéis mi politicamente incorrecta opinión al respecto).
Odio los posts donde hay que meter política, y me encantan al mísmo tiempo. No soy politicamente correcto, felicitadme por ello. Al que no le guste mi escrito lo siento, pero cada vez soy menos diplomático. Hasta los cojones de tanta tontería y silencios puteriles.
