lunes, 17 de noviembre de 2008

Alemania, ese gran país.


No es solo el país de las salchichem, goffremmmm, comida turca de dudosa higiene, el de la rica servessa frrrrrrrría, el de los coches caros de 25000 euros, el de la selección de fútbol que siempre gana ni el de la grrrrrrran efissiensssssiia alemana!!.
No, no. Alemania es también el país de las excusas, el culpable de que todo se retrase hasta la más amplia extenuación, el país que facilita que algo no esté operativo en un montón de días, incluso meses, esto es, el país de las PIEZAS.
¿Quién no ha sentido alguna vez el fuerte peso de la desesperación sobre sus espaldas cuando le han dicho?: no funciona, lo siento, hemos mandado a pedir la pieza, pero tienen que traerla de Alemania.
En un primer momento uno piensa: ufff, Alemania... eso está lejísimos (falso), por lo menos, 3 o 4 meses van a tardar en traerme eso. Desde que el trineo tirado con perros salga de Dusseldorf bajo una tormenta de nieve y una intensa ventísca hasta que atraviese medio mundo y llegue al polígono Guadalhorce van a hechar la tira...
Es entonces cuando el cliente no puede hacer nada, solo resignarse a su suerte, y se autocoloca un nuevo eje temporal mucho más amplio... amén de una factura mucho más generosa, por gastos de desplazamiento.
Qué sería de algunas empresas si no existiera Alemania...

3 comentarios:

Antonio Campos dijo...

Gute deutsche welt, immer wichtig

Edu dijo...

dars gooden, ich bierr

Migue dijo...

Vamos a ver Edu, con la cantidad de rica y jugosa bebida cervezil que hay en ese congelador con forma de pais que es Alemania, ¿¿¿como pretendes que hagan las cosas a tiempo??? ¡¡si entre el frio y la cerveza no se pueden ni menear!! (te lo digo por experiencia)