¿Cómo es posible que seamos así de borregos?Desde mi modesto punto de vista lo peor de lo que está ocurriendo no es la crisis económica en sí, aunque las proporciones de ésta pueden acabar dejando casi en ridículo cualquier comparación. Pero al fin y al cabo, y sobre todo si este país fuese de otra manera, los baches en la economía se acaban superando, aunque sea con un coste social e incluso humano tan elevado como parece que tendrá lo que se nos viene encima.
Pero lo peor no es eso, como digo, sino contemplar como la sociedad está, prácticamente al completo, en un estado de postración y desmoralización que hace muy difícil cualquier posibilidad de recuperación.
Dicho de otro modo, este país tiene las tragaderas más grandes que he visto en mi vida.Nos hemos acostumbrado a la mediocridad e incluso a los escalones más ínfimos de la calidad, y en ellos estamos cómodamente instalados, viendo como nos arruinan , como juegan con nuestro futuro y tan tranquilos, echándonos un pitillo y a ver si aprovechamos las rebajas.
No digo yo, y quién me conozca o me lea sabe lo lejos que estoy de eso, que debamos invadir las calles en plan turba enloquecida y ponernos a quemar conventos o delegaciones de hacienda (obvio es que, en caso de necesidad, me decanto por lo segundo), pero resulta particularmente asombroso que con todo lo que está pasando y después de tanta mentira y tanta inutilidad el gobierno mantenga prácticamente intacta su intención de voto.
Igualmente sorprendente me parece que tras casi un año de bandazos, caos, peleas, con la peor dirección en décadas y sin un discurso político claro más allá del "quítate tú pa'ponerme yo" haya tanta gente que siga considerando al PP, a este PP, como una opción válida para sacarnos de este inmenso embrollo.
Y es que, sin que mi deseo sea desde luego que se llegue al punto de una explosión social, sí creo que sería deseable, razonable y sano ver algún signo de agitación, de inquietud, de enfado, alguna advertencia a los que nos están llevando al desastre y, lo que es peor, lo están haciendo con mentiras, después de habernos mentido y con la intención de seguir faltado a la verdad.
Pero no, la única agitación que se ha visto en estos meses ha sido la provocada por un país que se ha defendido con determinación de los que le atacaban, lo único que ha merecido que nos enfadásemos ha sido Israel, y allí sí que estaban los sindicatos, los actores y los intelectuales que el resto de meses y días se han limitado a silbar mirando hacia otro lado y, por supuesto, poner el cazo.
Lo peor, en suma, no es que nos lleven al matadero, ni que no sepamos si esto se debe a pura maldad a ignorancia o a un peligroso cóctel de ambas; lo peor es que no damos ni balidos.
El Mundo, 24 de Enero
Totalmente de acuerdo con este artículo, incluso el propio Xavier aumenta su rabia cánida con lo que le hace pensar este escrito. Señore, vamos a despertar con los asuntos propios, dejemos la demagogia barata, vamos a desborreguizarnos!!!