Hasta los cojones, de los merdellones

Normalmente cuando veo, oigo o huelo a este tipo de gentuza suelo hacer acopio de la frase "no hay mayor desprecio que no hacer aprecio", pués en el fondo, estos energúmenos no vienen a ser más que unos putos desgraciados que van a pasar mucha hambre y padecimiento a lo largo de sus desdichadas vidas.
Pero últimamente ya estoy un poco hasta los cojones y, sinceramente, me están empezando a no hacer gracia, es decir, cada vez me río menos cuando veo a un nota de estos por la calle, en su coche tuneao a 80 por la Autovía Real o con el móvil de última generación de megapantalla extensible con el puto reguetón de los cojones a toda pastilla por la calle.
Es que lo que parecía una estúpida moda pasajera de principios de siglo se está convirtiendo en el día a día y forma de ser y vestir de todo el mundo: los mayores siguen siendo merdellones, y los pequeños lo son a cada vez más temprana edad. Y no solo eso, las jovencitas se ven atraídas por estos malos, malotes de la muerte ya que son los "ninios" duros y shulos más "vazilones" y anabolizados del cotarro, quedando como meras esclavas pagafantas (que es mucho peor que la mujer del franquísmo, que esa por lo menos sacaba adelante a su familia con toda la dignidad del mundo).
Lo último ha sido lo de la muchacha de Sevilla, el cani en cuestión, que seguramente era tela de valiente, no tuvo nada mejor que hacer que romperle un cenicero en la cabeza, cargársela y luego estar metido en su cueva todos estos días más callado que un zorro, y con sus chupaculos (estos si que van a ser desgraciados en la vida, Dios mío) atemorizados y siguiendo paso a paso todas las órdenes que este les daba para no levantar sospechas.
No sé cuál es la posible solución para este tema, pero el rechazo social podría ser un primer paso para cambiar las cosas, aunque en esta podrida sociedad de mierda, politonos, reguetón y demás morralla cada vez tengo menos esperanzas, sineramente no creo que se ponga nunca de moda ser educdo y buena persona.