martes, 13 de mayo de 2008

El humor de nuestros mayores.


La estampa es la siguiente:

Esta mañana viene un hombre pegando a la puerta a lo que mi madre le abre. Era un señor de unos 70 años aproximadamente y con aire de indignación. Exasperado le dice a mi madre que el día anterior se dió un porrazo en la cabeza con la reja de una ventana exterior de mi casa y que estuvo sangrando (téngase en cuenta que la cabeza del hombre lucía espléndidamente y que contaba con un generoso volúmen en metros cúbicos y un escaso bagaje de cabello). Entonces no se le ocurre otra cosa que ordenarle a mi madre, en mi casa que llame al albañil para que meta la reja para adentro, que sino la va a denunciar y le va a meter un pléito.

La cara de mi madre mientras me lo contaba no tenía desperdicio. ¿Porqué se aburren tanto?¿qué culpa tenemos de que la acera de mi calle mida 40 centímetros? ¿tiene mi casa aspecto de concejalía de urbanísmo para que venga la gente a tocar los cojones aquí?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajajaja
Totalmente de acuerdo con el abuelo, de hecho voy a recoger firmas para q la reja y cierto habitante de la casa sean eliminados de la faz de la tierra, se va a poner mas contento el chiquito.... Manue

nasic_ dijo...

Pos mira, ahora mismo no me acuerdo de cómo es tu casa por fuera, pero ... pobre awelillo, no?? no tenéis corazón, el pobre hombre lo que quería era platicar un rato con tu mae!!! aiiiii que verrrrrrr!!! jajaja

^^

Edu dijo...

si, la verdad es que lo hemos pensado así: el pobre hombre se aburria y quería un rao de controversia.

Patri dijo...

Déjalo, pobrecillo, a lo mejor estaba aburrido y no sabía que hacer... o_-

Besotesssssssssssss