Tras mi salida de anoche al centro pude comprobar que ni el verano puede levantar lo de capa caída que está. A pesar de que ya no me atrae la práctica del botellón, hay que decir que el haberlo prihibido totalmente, se ha cargado el ambiente, en pos de que la gente se vaya a sitios infumablemente calorros como los chiringuitos elitístas de Torremolinos, o la siempre calorrísima Benalmádena. Señores, YO NO SOY ELITÍSTA Y ME BANAGLORIO DE NO SERLO,nada más vean la foto.
Para mí ha quedado como única elección que realmente me valga la pena el centro que es lo único que es capaz de ofrecer algo "diferente" en un sitio "diferente" a una zona turística o a una playucha. Una pena que el no haber facilitado una solución botellonera se cargue lo poquito interesante que tenemos en esta provincia, a nivel de "alternativas" al "rebaño".
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